Exteriores

Cuando la confusión y el desconcierto nos invaden, sentimos que no podemos salir de sus immensos agujeros, nos sentimos atrapados y queremos escapar sin saber seguro cuál es el buen camino. Cuando queremos andar pero solo retrocedemos, es cuando debemos detenernos, pensar y decidir si lo que realmente queremos en la vida es lo que tanto ansiamos cuando no lo tenemos.

Es bueno tener metas, querer algo más en la vida, buscar algo mejor, llegar al fin de cada situación, pero también debemos recapacitar y darnos cuenta si eso que tanto ansiamos a veces es lo que realmente nos conviene... El desorden mental nos hace anhelar ciertas cosas, que luego no nos parecen tan importantes. Pero sólo nos damos cuenta de ello, cuando ya es "nuestro", entonces pensamos si nos es tan necesario. Eso nos perjudica, hace que dibaguemos y nunca alcancemos nuestros objetivos reales.

Sentir que necesitas algo, cuando en realidad sólo es un relleno, creer que no podrás continuar sin ello hace que te sientas perdido. Encerrado en un mar de dudas, todo se hace infinito. Quieres llorar, pero sabes que no es solución, entonces no lloras con lo cual no exteriorizas ¿Qué hacer cuando te ves así? Particularmente creo y quiero creer, que dejar de darle vueltas al melón es una de las mejores terapias, relajarse y dejarse llevar por el momento. He de decir que hoy me han dado grandes consejos, me han hecho ver que quizás lo que me parece imprescidible... no lo es tanto.

El sentimiento de encarcelamiento, cuando ya ha pasado, hace que me sienta capaz...